BREVE HISTORIA DEL KÉFIR
El kéfir es una bebida fermentada que tiene sus orígenes en la región del Cáucaso, que abarca partes de Rusia, Turquía y el Cáucaso. Se cree que el kéfir se ha producido durante siglos, posiblemente incluso milenios, mediante la fermentación de leche con cultivos de bacterias y levaduras. La palabra «kéfir» proviene del turco «keyif,» que significa «sentirse bien» después de consumir esta bebida.
La historia del kéfir está rodeada de leyendas y mitos. Se decía que los habitantes de la región del Cáucaso guardaban celosamente los granulos de kéfir, que eran los cultivos utilizados para fermentar la leche, y que solo se compartían de generación en generación. En el siglo XX, el kéfir se difundió a otras partes del mundo, y su popularidad creció debido a sus presuntos beneficios para la salud.
Hoy en día, el kéfir se produce y consume en muchas partes del mundo, y se ha convertido en un alimento probiótico ampliamente apreciado por sus posibles efectos beneficiosos para la salud digestiva y el sistema inmunológico.
¡TEN EN CUENTA!
¡Inicia con calma! El Kéfir es una bebida rica en probióticos, los cuales fortalecerán y/o recuperarán la flora intestinal (entre muchos otros beneficios), por lo cual dependiendo dependiendo del estado actual de su sistema digestivo, este puede reaccionar; se aconseja, iniciar con pequeñas cantidades (una copa) e ir aumentando gradualmente hasta llegar a una porción de 200 ml a 250 ml.
¡Agítalo siempre antes de consumirlo! Si el Kéfir permanece quieto, puede llegar a decantarse, viéndose en el recipiente la separación del suero y la caseina, al agitarlo mezclará nuevamente sus componentes, obteniendo una bebida homogenea.
¡Manténlo refrigerado y tapado! El Kéfir es una bebida viva, por lo cual se debe conservar en el refrigerador a una temperatura de alrededor de 4°C (39°F), ya que el frío ralentiza el proceso de fermentación y ayuda a mantener el kéfir fresco durante más tiempo, manteniendo sus probióticos y evitando que se desarrollen organismos que echen a perder el producto. Almacena el kéfir en un recipiente hermético o con tapa ayuda a evitar la entrada de aire y la contaminación por olores u otros microorganismos.
Recuerda que el kéfir es una bebida viva y continuará fermentando en el refrigerador, aunque a un ritmo más lento. Si dejas el kéfir en el refrigerador por mucho tiempo, es posible que se vuelva más ácido y espeso. Para mantener su sabor y textura óptimos, consúmelo en un plazo razonable, generalmente dentro de una semana o dos.
¡Sólo prepara lo que vayas a consumir! El Kéfir es una bebida viva, por lo cual no se debe mezclar para su conservación, ya que otros productos interactúan con los microorganismos presentes en el Kéfir, por ejemplo el azúcar (en cristales o contenida en las frutas) produce fermentación o la miel y el agua (por el cloro) al ser antibióticos mata los mencionados microorganismos. Prepara la porción justo antes de consumirla.
¡No uses metal! Evita el contacto del kéfir con utensilios de metal durante su almacenamiento, ya que puede dañar los cultivos vivos. Utiliza utensilios de plástico, madera o vidrio.
¡Una experiencia diferente! Si eres nuevo en estas lides, te aconsejamos no consumirlo sólo (todavía), ya que su sabor es una experiencia diferente a las bebidas tradicionales y cada paladar es único; su consistencia similar al Yogur hará muy posiblemente que su mente lo relacione, chocando su cerebro al encontrar algo muy distinto a lo esperado.
El sabor del kéfir natural, es en general neutro, cremoso y con cierto grado de acidez, (varía de acuerdo a la leche utilizada, a los búlgaros y al método de producción); recomendamos iniciar con batidos de frutas y de a poco introducirse en esta vivencia de sabores experimentando con endulzantes, frutas, vegetales, cereales, etc.
COMO PREPARARLO PARA SU CONSUMO
Puede consumirse sólo o mezclado, y debe estar frío o a temperatura ambiente (no debe calentarse); cualquier mezcla debe ser realizada para su consumo inmediato y no almacenarlo después de mezclado más de unas pocas horas.
Es una excelente base para preparar batidos, puede ser mezclado con frutas, café, cocoa, vegetales, cereales y endulzantes al gusto del consumidor; preferiblemente se debe crear la base de frutas o vegetales con el endulzante y luego adicionar el kéfir.
RECETAS
- ¡Expres! Adiciona una o dos cucharadas de mermelada y mezcla con la misma cuchara.
- ¡Rápido y sencillo! Adiciona algún endulzante (azúcar, miel, estevia, etc.) y espolvorea canela en polvo.
- El Kéfir es una base maravillosa para la preparación de batidos; mezcla en licuadora una porción de Kéfir y adiciona frutas o vegetales de tu elección y si deseas algún endulzante (azúcar, miel, estevia, etc.)
- Adiciona fruta picada o macerada y si deseas algún endulzante (azúcar, miel, estevia, etc.)
- Pero aquí no termina, puedes adicionar al Kéfir, café instantáneo o una porción de expreso, cocoa o chocolate en polvo u otro tipo de bebidas en polvo y experimentar un sin fin de sabores.
- Adiciona cereales, frutos secos, semillas, dátiles, etc. y si deseas algún endulzante (azúcar, miel, estevia, etc.) y obtendrás un delicioso desayuno, media mañana o postre.
- Puedes cambiar su consistencia; si lo deseas más fluido, adiciona leche líquida; pero si por el contrario lo quieres más espeso, adiciona leche en polvo; en ambos casos utiliza la cantidad que se ajuste a tus gustos o necesidades.
Te invitamos a probar este y otros productos como el Yogur Griego (Kéfir cuchareable), Queso Crema, Labneh y más.
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